Las organizaciones sociales creemos que es posible pensar y construir un modelo de desarrollo distinto para la Argentina. Un modelo sustentable, atento a la diversidad geográfica, económica y cultural de nuestro país, que considere a las familias campesinas y aborígenes que habitan nuestras zonas rurales y que sea discutido participativamente.

Para ello es indispensable que seamos ciudadanos informados, capaces de levantar propuestas y de exigir al Estado políticas que aseguren el respeto a los derechos de todas y todos los argentinos.

SUMA TUS MANOS Y TUS IDEAS: OTRO DESARROLLO ES POSIBLE

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lunes, 17 de septiembre de 2007

Exclusión: El Debate de los estudiantes del Norte de Santa Fe

En el Escuela de la Familia Agrícola (EFA) de Espin y en el Instituto Juan XXIII, alumnos de polimodal y trabajo social respectivamente, participaron de talleres en el marco de la campaña.

El día jueves 13 de septiembre, estudiantes de 1º, 2º y 3º año de polimodal de la EFA de Espin presentaron tareas de investigación realizadas por ellos sobre la contaminación con agroquímicos. Las conclusiones de sus trabajos sirvieron para desencadenar el debate sobre las consecuencias del actual modelo económico productivo, eje de la campaña Soja para Hoy, Hambre para Mañana.

Los jóvenes expresaron sus ideas y también su sentir con respecto a esta realidad, principalmente su preocupación acerca de cómo este modelo económico “va pisando la dignidad de cada vez más personas que van quedando fuera”, cómo expresó uno de los chicos asistentes.

El trabajo en esta EFA, al igual que en otras del norte de la provincia de Santa Fe, ha sido posible gracias al compromiso de muchos docentes, que han incluido los contenidos de la campaña como temas de trabajo y reflexión dentro de sus clases.

En el Instituto Juan XXIII de Reconquista, estudiantes de último año de trabajo social, centraron su discusión en las “imágenes” de desarrollo que son presentadas al país y recibidas con muy poca criticidad por parte de la mayoría de la gente. Señalaron que en esas imágenes “siempre hay algunos que aparecen como que generan desarrollo y otros siempre como obstáculo, como atraso”.
En este sentido, comentaron cómo el desalojo de familias campesinas de sus tierras ya es palpable en su ciudad, ya que en Reconquista han aparecido en el último tiempo numerosos asentamientos, muy precarios, compuestos principalmente por familias que debieron emigrar forzadamente del campo. A este taller asistieron cerca de 40 jóvenes, mujeres en su mayoría, de entre 18 y 20 años.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Testimonios en El Colorado - Formosa: "NOS SIGUEN ENVENENANDO"


Alrededor de 40 personas, entre productores, docentes, estudiantes y comunicadores participaron, el pasado viernes 24 de agosto, de la presentación de la campaña “Soja para hoy, hambre para mañana”, la localidad de El Colorado, provincia de Formosa.

Luego de la presentación del documental “Hambre de Soja”, Carlos Chiarulli , del Instituto de Cultura Popular (Incupo), expuso sobre las consecuencias de la “sojización” en la Argentina: “Un modelo de producción que si bien genera ingresos al país, tiene un costo social y ambiental muy elevado: en una década este modelo provocó el quiebre de 160 mil establecimientos agropecuarios. Mientras el negocio crece, crece también el uso a gran escala de agrotóxicos que envenenan nuestras aguas, erosionan nuestros suelos y contaminan el aire”.



Luego, Cándida Fernández y Eugenia, campesinas de la cercana colonia Loma Senés, contaron su experiencia de lucha en contra de la fumigación con herbicidas en campos sembrados con soja, lindantes con sus chacras y viviendas, ocurrida en el año 83:

“Al glifosato lo mezclaron con otros venenos más tóxicos, eso fue lo que tiraron aquella vez. Esa nube tóxica quemó nuestras plantas, y afectó la salud de toda mi familia: nos salieron ronchas coloradas y fuertes picazones. Denunciamos al Ministerio pero no hicieron nada. El ingeniero Castellán fue el único que se jugó y corroboró que las plantas habían sido quemadas por el glifosato. Después una jueza prohibió la fumigación. Pero nadie nos pagó el daño que nos causaron”.
El relato de las mujeres campesinas fue más conmovedor aún cuando explicaron que esta situación se sigue repitiendo en la zona: “Los empresarios siguen sembrando soja, y siguen envenenando con sus fumigaciones sin respetar nada. La semana pasada, en la escuela donde trabajo, varios chicos sufrieron daños en la piel…Y ocurrió luego de que el famoso “mosquito” (máquina fumigadora), eche veneno en el campo que está a 60 metros de la escuela”.

El relato de las mujeres campesinas abrió el debate sobre las posibles alternativas frente a este modelo que avanza en forma acelerada.

Campesinos, educadores y técnicos coincidieron en varias propuestas: “Volver a poblar nuestros campos y recuperar la soberanía de nuestros recursos naturales”, “Construir participativamente una política de distribución de la riqueza equitativa y en función de un modelo de desarrollo más diverso”.